Se trata de una almohada diseñada para que los peques duerman abrazados a ella principalmente aunque pueden dormir también boca arriba o simplemente de lado.
Está fabricada en su interior 100% con poliéster y en su exterior 100% algodón orgánico. Tiene certificado el Standar 100 de Oeko-Tex lo que garantiza que no se han utilizado sustancias ni químicos dañinos en su fabricación, ni para el hombre ni para el medio ambiente.
Tiene esa forma de luna que se puede separar mediante una cremallera que está completamente cubierta para que no roce mientras está durmiendo el peque.
Es anti bacteriana y anti ácaros. Se puede lavar en la lavadora.
Cuando descubrí esta almohada no pensé en los beneficios que mi peque podía obtener de ella.
Todavía no he encontrado ninguna “almohada” para niños para poder dormir abrazados a ella, sí de adulto o cojines para ponerlos entre las piernas pero ninguna para niños pequeños.
Son tantos los beneficios que aportan: favorece el drenaje linfático, evita la apnea, impide el reflujo gástrico, evita las rotaciones de la zona lumbar y mantiene la alineación natural de la columna.
Y le cuesta mucho menos dormirse, se siente protegida con ella.
Así que no puedo nada más que recomendarla porque harás que tus peques duerman mucho mejor tanto física como anímicamente.